La Fundación Joan Miró, situada en Barcelona, fue inaugurada el 10 de junio de 1975 y cuenta con 225 pinturas sobre tela y otros soportes además de distintas esculturas, obras textiles y cerámicas. La mayoría de las obras son donaciones del artista, y parte de ellas, de distintos amigos, sobretodo la gran colección de su amigo íntimo, Josep Prat.
El visitante puede apreciar las obras del pintor desde sus inicios. Siendo un niño, Miró ya manifestó una fuerte vocación de artista, como se puede percibir en los dibujos del 1901, cuando tenía 8 años –en el cuadro ‘Sin título (El Pedicuro)’–, y más tarde cuando estudiaba en la Escuela de Arte de Francesc Galí, ‘Ejercicio de tacto. Tres cabezas’ (1912), –realizado con lápiz carbón sobre papel–.
Joan Miró pasó largas estadas en Mont-roig (Tarragona), y sus primeras pinturas tenían influencias de Van Gogh, Cézzane, además del fauvismo, cubismo y futurismo. ‘Playa de Mont-roig’ (1916) muestra la reivindicación de la tradición mediterránea. Tiene elementos tan esenciales como el mar azul, la barca de vela y, al fondo, un pino. En la arena hay distintas pinceladas pequeñas, de raíz postimpresionista, que dan dinamismo al cuadro. En 1924 con la escena ‘El acomodador del music-hall’ (1925) se publica su primer Manifesto del Surrealismo. El rostro frontal, los ojos, los bigotes, son los únicos rasgos legibles y que proporcionan al personaje severidad y autoridad. Las líneas dan paso al espacio y una mancha blanca en el ojo derecho de la persona aportan un contrapunto pictórico. Un cuadro magnífico es el ‘Autorretrato’ (1960) que pinta sobre un autorretrato realizado muchos años antes, en 1937-1938, trazos negros y algunas manchas con colores vivos –como el amarillo, el rojo, el verde, el rosa y el violeta– que destacan en su cara y cuerpo dando como resultado un personaje genérico.
De los años 40 cabe mencionar ‘Pintura con marco modernista’ (1943). Miró proyecta una obra en el interior de un marco de su amigo Joan Prats. Inserta pequeñas gotas de color que parece evocar astros minúsculos acompañados de otras estrellas más elaboradas. La figura central, de un negro imponente, la hizo con una sola pincelada decidida. Es una mujer embarazada que en el interior lleva a una niña. Miró lo muestra marcando el sexo. Otro espectacular cuadro del artista de grandes dimensiones, realizado en el final de su era, es ‘Mujer con tres cabellos, pájaros y constelaciones’ (1973). Plasma la figura femenina con sus connotaciones fuertes y montañosas formas del cuerpo. Los pájaros buscan el contacto: uno se sitúa al hombro de la mujer y el otro en el brazo que se extiende. Durante las épocas tanto de surrealismo como de realismo, la poesía tuvo un impacto en el artista. Los poemas, la música y el silencio eran componentes que le ayudaban a adquirir inspiración.
‘Let Us Face the Future’
Es una exposición situada en la Fundación Joan Miró y que recorre el arte británico desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta finales de los sesenta. Se refleja la situación de Gran Bretaña y de Europa después de la guerra, tanto los campos de concentración como la amenaza de la bomba atómica. Se pueden observar obras de David Bomberg como ‘Noche en la ciudad de Londres’ y ‘Trendrine, Cornualla’ (1947). El nieto del fundador del psicoanálisis, Lucian Freud, también tiene un espacio con el autorretrato ‘Reflejo con dos niños’ (1965) pintado de escorzo con un espejo en el suelo, en cambio, sus hijos que también son protagonistas están pintados con una perspectiva frontal y desproporcionadamente pequeños. De Frank Auerbach hay cuadros como ‘Cabeza de EOW sobre su almohada III’ (1966) y ‘Dembo de los almacenes Maples, Euslon Fload’ (1960). El pintor Eduardo Paolozzi y su collage también son expuestos ya que la guerra también le afectó, ya que provocó la muerte de sus padres. Ha hecho distintos collages con la revista americana ‘The Times’, como ‘Máscara' (1957). En la sección que forma parte de los sesenta de ‘Let Us Face the Future’ se muestra pintura abstracta de William Tucker y Patrick Caulfield, y hay una representación de los artistas que se adentran en el pop-art.
Es la primera vez que se muestra en España 88 obras de artistas británicos de 1945 a 1968 que proceden de distintas colecciones públicas y privadas. Este espacio estará presente hasta el próximo 20 de febrero.
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