Allí se realizaron exposiciones de arte, veladas literarias y musicales, espectáculos de marionetas y de sombras chinas. Ramon Casas se encargaba de anunciar estas actividades pintando carteles. Otro pintor muy conocido que frecuentaba el local, fue Pablo Picasso. Allí realizó su primera exposición, en la sala grande. Además hizo el cartel que se utilizó como portada del menú de la casa. También pasaron músicos como Isaac Albéniz y sus amigos Enric Granados y Lluís Millet, arquitectos como Antoni Gaudí y dibujantes como Ricard Opisso.
Parece ser que si alguien no tenía dinero para pagar la consumición, Romeu no lo tenía en cuenta. Y los que pagaban, abonaban un precio muy reducido. Así que cada vez tenía menos ingresos y más gastos. Hasta el punto que sus deudas le obligaron a cerrar en 1903. Cerró y se dedicó a otras actividades como el automovilismo. Más tarde, el local se convirtió, hasta el 1936, en sede de la casa del círculo artístico de Sant Lluc. Pero la guerra civil lo complicó. A finales de los 70, tres empresarios del sector gastronómico –Pere Moto, Ricard Alsina y Ana Verdaguer- se asociaron para volver a abrir. Aún sí, actualmente lo lleva el empresario Josep M. Ferré –desde el 1989- y sigue funcionando como un bar-restaurante. Este sitio es un lugar turístico visitado por muchas personalidades.
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