La pintura también se puede convertir en un medio de expresión que mezcla el arte con las energías y la espiritualidad. Se trata del arte energético, una revelación de nuestro interior. Roser Noguera (Barcelona, 1961) se ha especializado en esta tipología. Desde sus inicios artísticos ha buscado algo más allá de la pintura, una profundidad en cada persona.
Después de un estudio del sujeto, interiorizando y hablando con él, Noguera detecta en qué fase o situación se encuentra y le orienta espiritualmente. Transmite al alma de una persona, una manera de empujar a descubrirse ella misma y apoyarla para encontrar su camino. De este modo, en sus cuadros –siempre óleos sobre tela– plasma lo que las personas esconden en su interior. Algunos de ellos, se exponen en la Art Gallery One de Sant Just Desvern (Barcelona) bajo el título ‘Renacer’, una forma de proponer una reflexión para volver a nuestra esencia y para evolucionar en nuestras vidas a partir de conocernos mejor.
Hace dos años que la pintora trata este tipo de disciplinas energéticas, presentes desde el inicio de sus obras y hasta el final. La artista explica que su pincelada sale del corazón y lo plasma en la tela, sin pasar por el cerebro. En algunas, se puede observar la última fase de la persona, en otras, la evolución –compuesta por distintas fases–. Ejemplo de ello es ‘Montserrat C.’, una pintura que contiene tres etapas. En la primera aparece un monstruo que representa a una niña, ya que es como se sentía hasta que pasa por un proceso de maduración donde se puede observar que del monstruo aparece un pentagrama con notas musicales –segunda fase–, hecho que significa que ya entiende lo que le pasaba, y finalmente se convierte en un bello cisne que nada tranquilamente –última etapa–. Otra de sus obras, ‘Gina’, es sobre el maltrato. En la derecha del cuadro aparece la figura de un maltratador con el puño cerrado y el brazo tatuado, y en la izquierda, la chica llorando, pero no llora por el trato recibido sino porqué él decide dejarla. Esto es una manifestación de la sumisión. Se puede concluir que finalmente ella lograba ser consciente que estar sola era mucho mejor que estar con su ex pareja.
Toda la creación de Roser Noguera es figurativa, con pinceladas expresionistas y acompañadas de un fuerte simbolismo que nace de la idea de apostar para “que la gente evolucione y viva mejor. Gente que necesita ayuda y yo lo hago a través de mi obra”, ha explicado la artista. Gran ejemplo de ello es la obra, ‘Niños y Familia’. Se trata de una donación al hospital St. Joan de Déu de Barcelona. Una manera de apoyar a los niños, a los padres y la familia, “porqué puedan entender lo que no entienden. El cuadro transmite energía, principalmente, de apoyo”, ha añadido Roser Noguera.