Miquel Solís (Sant Gregori –Girona–, 1957) ha pasado distintas etapas distinguidas por las distintas temáticas, desde los paisajes con un aire impresionista hasta lo que actualmente va ligado a él, el realismo de las grandes ciudades como Barcelona y Nueva York. Dos ciudades que tienen mucho en común, la diversidad de personas, el continuo movimiento y la soledad dentro una gran multitud, por eso, en la ciudad americana ha buscado lugares y rincones que le han recordado a la capital catalana.
Solís refleja en su dibujo grandes avenidas, núcleos de gente, la vida en la calle analizando el paso del tiempo, los coches y el orden que marcan los semáforos que a la vez son respetados por personas que van siguiendo distintos caminos. Esto marca la multitud y a la vez la soledad, ya que cada uno sigue una dirección distinta. Esta cotidianidad es trazada con un dibujo limpio y preciso –un realismo exquisito excelente– como si se tratara de una fotografía. Una muestra de cuadros del artista están expuestos en la Galeria Traç d’Art de Sabadell.
New York, New York
Entre las 29 obras, la mayoría pintados con técnica mixta sobre tela, se puede observar el magnífico ‘Time Square’; la ‘Publicidad’ gigantesca que invade alguna de las grandes manzanas neoyorquinas; el ‘Reflejo’ de las personas que pasean por las anchas aceras y que les sigue su doble situado en los vidrios de los grandes escaparates. Otro de los cuadros de Solís expuestos es el ‘NY panorámico’ presidido por el espectacular ‘Empire States’, situado en el centro.
Y de NY a Barcelona
También se puede encontrar el ‘Retorno Bcn’ que muestra una agrupación de personas en una estación de autobuses de la famosa plaza Cataluña a punto de entrar o saliendo de un autobús que les lleva o les vuelve del aeropuerto de Barcelona. En esta representación con una iluminación fantástica, Solís se identifica al recordar la llegada de los Estados Unidos. ‘En la calle Bcn’ muestra una de las imágenes más representativas de la ciudad condal, personas caminando por la calle con el típico quiosco al fondo frente a un señorial edificio.
En esta exposición hay distintos cuadros: barcos pescadores, la playa de Cadaqués y retratos de personas en movimiento (andando). En la mayoría de obras que pinta el cielo es de un mismo color. En ‘Cadaqués’ y en ‘NY panorámico’ es de color naranja y en ‘Semáforo en rojo’ el fondo es de color rojo –a pesar de que no existe ni suelo, ni aceras, ni calle, ni cielo, como si estuvieran en el espacio–. El precio de las cerca de 30 obras expuestas va desde los 600 hasta los 8.000 euros, y estarán en la galería de Sabadell hasta el día 25 de este mes.
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